¿Culpas o agradeces?

Dicen que sentir odio, venganza o culpa hacia los demás es como tomarse un chupito de cianuro mientras esperas que el otro se “muera”, se “pudra” o “sufra”…

No sabemos si provocaremos esos efectos en el otro, pero sí está claro que culpar nos lleva siempre al dolor nuestro, al sufrimiento, al peso, a la molestia, al «run run» en nuestra cabeza… culpar no te deja en paz… más bien te atormenta, te bloquea, te hunde, te apaga, te estresa, te limita, te desconecta, te ata, te cierra… y te conduce al pesimismo…

Culpar te victimiza…

En cambio agradecer te libera, te hace aprender, te relaja, te perdona, te eleva, te enciende, te da fuerza, te abre, te conecta, te suelta, te impulsa… y te invita al optimismo…

Agradecer te responsabiliza…

¿Porqué elegimos la culpa entonces? Por la misma razón que lo hacemos con nosotros mismos cuando nos saboteamos y nos apartamos de nuestra mejor versión… por supervivencia… por protección…

En cualquier momento de dolor, nuestro primer instinto es protegernos de su causa, y para eso lo más fácil es sacarla fuera… por eso culpamos al otro y por eso nos infravaloramos… por miedo a nosotros mismos, por no aceptar nuestro dolor y nuestras carencias… por no enfrentarnos a nuestra oscuridad, a lo que no queremos afrontar…

Culpar te saca de tu responsabilidad… pero curiosamente no te saca del sufrimiento… agradecer te enfrenta a ese mismo sufrimiento, pero te permite aprender y progresar… en las 2 opciones hay dolor, pena, tristeza, rabia, ira… 😓, pero una parece mejor que la otra 😅… tú eliges…

¿Y tú, qué sientes más últimamente en tus relaciones, culpa o agradecimiento?

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *