Ver el Masters de Augusta 2020, uno de los torneos más importantes de golf, me ha hecho pensar en lo triste de la situación. Esta tristeza la siento también en cualquiera de los deportes (futbol, tenis, baloncesto, etc.) que estamos viendo por televisión durante la pandemia.
Y después de la tristeza me viene un sentimiento de frialdad e incomprensión. Porque no es lo mismo. El deporte sin público no tiene sentido. Verlo así por televisión es solo un pequeño bálsamo para los que nos gusta el deporte, y sirve para valorar la importancia del calor humano (ver 2a foto de Tiger en 2019… mismo momento exacto). Puede que nos conformemos con las actuales retransmisiones, pero una competición sin público produce la sensación de entrenamiento, y ese frío, sin duda, traspasa las pantallas.
Creo que no deberían haber reanudado las grandes competiciones y dar ejemplo. Con el mundo entero en crisis sanitaria y económica, no tiene sentido que los jugadores amateurs nos tengamos que quedar en casa mientras las ligas profesionales se mantienen en competición.
Entiendo las grandes pérdidas económicas que supondría en cuanto a salarios, patrocinios y derechos de televisión, pero un momento dramático como este exige grandes gestos a la misma altura. Y se lo pedimos a un sector que puede hacerlo, a aquellos que cuando todo va bien ganan mucho más dinero que el resto. Tengo claro que lo generan, porque son artistas que nos inspiran gracias a sus valores de esfuerzo, sacrificio y superación. Pero que no paren, nos desconecta inevitablemente de todo eso que representan…
Y nos necesitan, cuando todo se normalice querrán que llenemos de nuevo los estadios, compremos sus camisetas y amorticemos sus derechos de televisión.
Parece que la industria del deporte profesional ha perdido una oportunidad de estar a la altura, solidarizarse y conectar con los aficionados que no pueden practicar ningún deporte en su ciudad, que son “invitados” a confinarse, y a sacrificarse.
Quién sea responsable se ha dejado llevado a mí entender por el negocio y provoca que los ídolos de hoy inspiren menos, valgan menos. Veremos si no es pan para hoy y hambre para mañana. Que triste, que pena 😔